Autor: Samantha Kuonji
Cap. 2 No existe más...
Fue una fría mañana...
De un frío día...
Presagiando un invierno que llega...
Para no volver...
No hay más consuelo que las paredes de metal...
Que los cuerpos sin vida que esperan, pero que ya no despertarán...
Todo termina...
El mundo termina y la vida acaba...
Tan rápido y tan sencillo como si jamás hubiera existido...
Como si jamás hubiera importado...
Un punto más en el mapa...
Un alma más en este mundo...
¿Cuál es la diferencia?
Nadie lo notará...
...tu hacías la diferencia...
- Cinco días ¿verdad?
- Si, cinco días...
- No pensé que alguien como ella fuera a hacer eso ¿la han buscado bien?
- NERV no puede desplegar una brigada solo por una niña, el gobierno hace lo que puede...
- No es solo una niña, es una piloto ¿sabe de lo que estamos hablando?
- Superior, entienda, Asuka no se perdió, se escapó...no podemos utilizar equipo solo por los berrinches de ella...
- Ni siquiera sabemos porque lo hizo...
- Shinji y Rei dicen no saber nada...y su amiga Hikari esta demasiado acongojada como para hablar...
- Eso no nos deja nada en claro...
- Volverá...
- Tiene que volver...
Un elevador en movimiento...
Los pisos bajan, con tal solo la diferencia de un característico sonido que indica que han pasado de un nivel al otro...
Queda mucho tiempo por recorrer...
Mucho por pasar...
Solo dos jóvenes dentro del elevador...
Ella se mantiene frente a la puerta...él la mira de reojo desde atrás...
- Asuka aún no ha vuelto...
Shinji se sobresalta por el comentario de Rei, no esperaba que fuera a romper el silencio...nunca lo hace...
- No, se fue desde hace tres días, en la fiesta de la escuela...
Rei no dice nada...
Los pisos siguen bajando...
Esperan llegar a lo más alto, que vendría siendo el punto para llegar a tierra...
- ¿Hablaste con ella antes de que se fuera?
Shinji calla un momento...
Su mente se queda pensando por varios momentos repasando todo mentalmente...
Sabe lo que sucedió...
Pero no sabe lo que debe de decir...
- No la vi después de que estuvo bailando con Kensuke para que Touji aceptara bailar con Hikari...
Rei asiente esta vez...
Y muy contrario a lo que esperaba Shinji, su mirada se voltea hacia el final del elevador hasta encontrarse con sus ojos...
- La vi mirarte constantemente mientras bailaba...
Un silencio incómodo...
Tan solo el ruido ligero de la cabeza de Shinji al chocar contra la pared del fondo del elevador...
- Puede que lo haya hecho...
Los ojos insistentes de Rei parpadean...
Con esa clase de mirada que hacen que un escalofrío corra el cuerpo de Shinji cada vez que caen sobre él...
- Pensé que hablarían...
Shinji niega a modo de escape...
Rei no encuentra nada más que decir de forma que regresa su vista hacia el frente y continua esperando a que el elevador llegue a su destino...
El día no ha sido nada novedoso, todas las personas parecen muy preocupadas en buscar a Asuka y Ayanami entiende eso, de forma que las labores se suspenden en su mayoría y pueden retirarse a casa temprano...
- Yo y Asuka ya no tenemos nada de que hablar...
La frase sale de los labios de Ikari a modo de suspiro...
Tal vez ni siquiera fue su intención pronunciarla...
Pero el silencio sigue...
El elevador se detiene suavemente casi sin perturbar a sus pasajeros...
Las puertas se abren de par en par, dando la cara hacia el mundo exterior y hacia las calles fuera del complejo...
Rei da un paso al frente pero luego se detiene, casi sin inmutarse y sin cambiar el rostro de dirección...
- ¿Hay problemas entre Langley y tú?
Shinji se extraña un tanto por la pregunta...
Pero no puede evitar sentirse incómodo y tartamudear un poco al contestar...
- No...¿por qué?
Rei no dice nada al tiempo en que reanuda su marcha...
Ikari solo la ve partir, caminando por las calles casi oscuras, no queda luz de la tarde en ellas bajo el manto de nubes grises que se extiende por toda la ciudad...
- No, nada...
Lluvia...
Tan solo lluvia hasta donde la vista alcanza y nada más...
Las pequeñas gotas caen violentas sobre el piso de concreto en una muerte segura...
Derramándose por las calles y acumulándose hasta perderse en las coladeras...
Una muerte injusta para algo que al final de todo redimirá al mundo...
Lluvia...
Si pudiera pintar algo...
Pintaría las gotas de lluvia cayendo sobre el frío e inerte suelo...
Sobre este oscuro suelo cansado de verlas llorar...
Captar en una imagen la sensación que se desenvuelve en mi alma al ver las pequeñas ondas que causan las gotas al caer sobre un charco...
Me siento tan llena...tan viva...
Con mis pulmones respirando la humedad completamente...
Respirando ese ambiente y aroma que desprende la apacible ciudad durante una tarde lluvia...
No hay nadie más, solo yo...
Las calles se encuentran vacías...
Ni autos, ni tiendas, casi ni siquiera hay luces...
Solo yo, caminando a solas con mi soledad...
Y me siento tan acompañada...
Miro mis pies empapándose en los charcos...
Y ni siquiera me molesta esa sensación de frío que sienten mis pies cuando el agua comienza a filtrarse dentro de ellos...
Me siento, si podría llamársele así, casi feliz...
Me siento tranquila...
Con la ropa pegándose a mi cuerpo...
Fría y húmeda...
Como si no hubiera nada más en este mundo que esta calle...
Como si no hubiera un lugar oscuro y deshabitado a donde llegaré y tendré que llamarlo hogar...
Como si no hubiera guerras ni ángeles...
Como si no hubiera nada...
Más que las gotas de lluvia que caen en mi mano y se resbalan por mi piel...
Tan solo ese paisaje, tan solo ese momento...
Es todo...
Miro al cielo y sonrío...
Casi sonrío...
Y por un momento...
Me olvido de que soy yo...
Me olvido de que existo...
Antes de que el mundo me regrese a la realidad...
Me detengo...
Silencio incómodo reinando un rato...
Ni que pensar...
Ni que sentir...
Ni que hacer...
Tan solo está ahí...
Y no puedo decir nada...
La lluvia sigue cayendo...
Las gotas se siguen perdiendo...
Y todo es como debiera estar...
Un oscuro callejón...
Donde termina mi vista...
Donde termina mi ilusión...
Y me doy cuenta que al final de todo...
Aún esta tarde es real...
Aún la lluvia tarde o temprano...
Tiene que terminar...
Y de ese callejón...
Igual se derraman las lágrimas que una nube lloró...
Cayendo en la calle hasta perderse...
Pero son de otro color...
La miro y, Dios, no puedo llorar...
Pero me doy cuenta...
Antes de que comience a correr de regreso de donde vine...
Y ya no importa la lluvia ni la humedad...
Porque ya no me siento tranquila...
Y la misma imagen que me esperará cuando regrese...
Su cuerpo desnudo...
Y su sangre mezclándose con la lluvia...
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